Venía del trabajo con el viejo, que me fue a buscar en
el autito.
Entramos al edificio, y cuando iba a subir al ascensor salía la pizpireta del 3ero. B, salió corriendo casi nos atropella, apenas nos saludó, como si se la llevara el mismísimo archidiablo.
Entramos al edificio, y cuando iba a subir al ascensor salía la pizpireta del 3ero. B, salió corriendo casi nos atropella, apenas nos saludó, como si se la llevara el mismísimo archidiablo.
¿Qué le pasa a ésta? Le pregunto al viejo, como
si tuviera la respuesta a todo el pobre hombre.
Ni bien ponemos un pie en el ascensor siento un
olor…le digo al viejo, aquí a alguien se le ha caído algo, era un olor intenso,
No tiene explicación es así se siente.
¡Ah la perinola! ¿Qué había producido ese olor o
de donde salió?
Con una mirada de complicidad entre el viejo y yo
nos pusimos a reír. ¡Es la del tercero! –exclamé como si hubiera ganado la
lotería, que hija de su madre, no se podía respirar el viejo miraba para abajo
y yo me tapaba la nariz.
Qué cosa, esto es de lo más común de lo que se
piensa.
¿Qué habrá comido esta cristiana? Santo Dios líbranos
de todos los males y de estos olores también.
Esto me recuerda cuando fui al panteón del
cementerio a llevarles flores a mis padres.
Estaban conmigo en ese momento la tía Chicha, mis
hermanos el Pepe y la Felisa.
Hablábamos de los muertos de la familia, cuando
de repente sentimos un ruido típico y no de la bailanta, sino de cuando alguien
se desgracia.
Pero de inmediato las tres brujas, como si
supiéramos, nos dimos cuenta que fue Pepe el autor de ese ruido.
Nos miramos al mismo tiempo….y Pepe ni lerdo ni
perezoso empezó a zapatear, no sé porque se creía que con eso iba a disimular
lo inevitable, y a coro le dijimos: “Ni parecido Pepe, ni parecido, ya
entendimos lo que pasó, déjalo ahí hombre!”
¿Alguna vez les pasó algo parecido? Entienden que
a mí SI.