viernes, 24 de mayo de 2013

Captitulo Trece. Subiendo al Ascensor

Venía del trabajo con el viejo, que me fue a buscar en el autito.
Entramos al edificio, y cuando iba a subir al ascensor salía la pizpireta del 3ero. B, salió corriendo casi nos atropella, apenas nos saludó, como si se la llevara el mismísimo archidiablo.
¿Qué le pasa a ésta? Le pregunto al viejo, como si tuviera la respuesta a todo el pobre hombre.
Ni bien ponemos un pie en el ascensor siento un olor…le digo al viejo, aquí a alguien se le ha caído algo, era un olor intenso, No tiene explicación es así se siente.
¡Ah la perinola! ¿Qué había producido ese olor o de donde salió?
Con una mirada de complicidad entre el viejo y yo nos pusimos a reír. ¡Es la del tercero! –exclamé como si hubiera ganado la lotería, que hija de su madre, no se podía respirar el viejo miraba para abajo y yo me tapaba la nariz.
Qué cosa, esto es de lo más común de lo que se piensa.
¿Qué habrá comido esta cristiana? Santo Dios líbranos de todos los males y de estos olores también.
Esto me recuerda cuando fui al panteón del cementerio a llevarles flores a mis padres.
Estaban conmigo en ese momento la tía Chicha, mis hermanos el Pepe y la Felisa.
Hablábamos de los muertos de la familia, cuando de repente sentimos un ruido típico y no de la bailanta, sino de cuando alguien se desgracia.
Pero de inmediato las tres brujas, como si supiéramos, nos dimos cuenta que fue Pepe el autor de ese ruido.
Nos miramos al mismo tiempo….y Pepe ni lerdo ni perezoso empezó a zapatear, no sé porque se creía que con eso iba a disimular lo inevitable, y a coro le dijimos: “Ni parecido Pepe, ni parecido, ya entendimos lo que pasó, déjalo ahí hombre!”
¿Alguna vez les pasó algo parecido? Entienden que a mí SI. 



viernes, 17 de mayo de 2013

Capitulo Doce. Haciendo Pilates

Sali corriendo de la peluquería y me fui al gimnasio.
Hace una semana empecé hacer Pilates con mi hermana Felisa, nos quedamos en encontrar directamente en el tercer piso del Shopping donde funciona.
¿Quién diría? Yo con la Felisa en Pilates…esto sí que es nuevo, la banco poco a Felisa, y encima me embarco a compartir estos espacios pequeños y míos con ella.
¿A ustedes no les suele pasar a veces lo mismo, con ciertas personas? ¿Que no las queremos ver ni en la sopa y por alguna razón estamos juntos en esas cosas de vida?
La profe de Pilates, se estira como chicle y nos dice: “las últimas dos, las últimas dos”, para mí son como cien las últimas dos.
Yo no estoy muy flexible pero tengo la lengua filosa como escarpelo, hablo, hablo y hablo no paro de decir boludeces, todas me miran como pensando que estoy para el neuro.
Me enredo en la camilla con las tiras de atrás. Una pata para aquí, una tira para allá y quedo como ajo doblado. 
Decía mi madre “los años no vienen solos” y esto es el resultado aquí se nota.
Felisa es más flexible pero le viven poniendo y haciendo de todo en el cuerpo en los Institutos, así cualquiera.
Parece una comida gourmet, tan elaborada.
Como dice mi viejo: “Que procesada es esa Felisa”.
Si algo me quedó claro, que en las clases de Pilates todas somos similares en años, todas más o menos flexibles, pero la campeona de ahí es la profe un lomazo de aquellos, eso sí: joven, mujeres, joven. 
Entre las cuatro que vamos no hacemos ni una al lado de la profe.
Por eso yo he adoptado un dicho de ella cuando algún ejercicio nos cuesta “Con amor, mujeres, con amor”



sábado, 11 de mayo de 2013

Capitulo Once. Un día perdido

Hoy con el viejo fuimos al club porque nos llamaron los Gómez. Querían que nos juntáramos a charlar, dicen que se sienten solos, aburridos y necesitaban estar con nosotros.
Ni bien llegamos, los vimos que están cerca la cantina, sentados como desparramados en unas reposeras desvencijadas que nos prestan en el club.
Desde lejos me di cuenta que  estaban discutiendo, y pensé… lo que faltaba y para varear, pasa con las parejas de varios años de casados, todo termina dado vuelta.
Y sobre todo pasa ésto con los Gómez, se ponen a discutir hasta adelante del Papa,  no tienen filtro.
Como decía mi madre ¡Estos no tienen decencia!
Cuando nos íbamos acercando yo sentía que Don Gómez le decía a la mujer:
"Quien me la hace, me la paga. Quien me busca me encuentra. Y al son que me tocan, bailo.” Y pensé… Ah la perinola… que fulero, que frasero éste viejo se parece al Martin Fierro de José Hernández…cuanta cultura para rezongar y mandar al carajo a la mujer, a esa pobre Nina.
Y ella con un comentario un poco menos elegante, le contestaba: "déjame de joder un rato, cuando termine los mates me voy, no me jodas más con esos dichos de porquería tuyos”
Los saludamos y bastante enojados estaban entre ellos. Y si...la ligamos nosotros que ni arte ni parte de sus asuntos, que caras de pocos amigos que nos iban poniendo. Metían miedo estos Gómez.
Al final no pudimos ni hablar, ni meter bocado, estaban embroncados, me pregunto ¿para qué carajo nos llamaron?
Parece que en el trayecto que hicimos desde casa al club se armó la bronca entre estos dos, que momento…… ¿.y quienes se jodieron?
Por supuesto nosotros  la Carmencita Real y mi pobre viejo, que no teníamos nada que ver.
Nina se levantó impulsivamente y se fue a la pileta a sacarse la furia que cargaba.
Me quedé sola armando mi equipo de mate y mientras mi viejo se sentaba junto a Don Gómez,a todo esto yo paraba la oreja y sentía que le contaba a mi viejo,
“Encima tengo a la madre  de ésta en casa enferma y a la que siento como un elemento extraño, tenemos un solo baño y somos siete en casa, - y seguía diciendo- ya le dije que hable a la hermana que vive viajando y se haga cargo de la vieja”
En fin… la convivencia es así. Al escuchar esta charla me di cuenta cual era la rabieta y pensé: el matrimonio es como una cartera de mujer que hay de todo lo que podamos imaginar, no falta nada y cuando necesitamos algo para usar en ese mismo momento nunca lo encontramos y revolvemos la cartera hasta dar con lo que buscamos.
Los primeros años del matrimonio el trato es de lo más cordial y amoroso nos decimos: “amor de aquí, amor de allá, permiso, gracias, perdón, te quiero y bla, bla, bla”,
Con el paso del tiempo el trato entre los esposos va cambiando… y las mujeres en conversaciones entre nosotras decimos:”Como me jode”, “como me cansa que se siente todos los domingos frente al televisor a ver todos los deportes habidos y por haber sin hablar nada” "vive laburando, llega tarde" "me deja toda la ropa sucia tirada en el baño" y seguimos con más, seguro.
¿Se dan cuenta?  Cuando pasamos a estas alturas han pasado varios años de convivencia…ahora eso sí hoy en día el matrimonio si es que existe, dura lo que un suspiro.
Como decía mi madre: “el matrimonio es una lotería y cuando los hombres se ponen viejos siempre son malhumorados, con amor mujeres, con amor”


viernes, 3 de mayo de 2013

Capitulo Diez. Masticando Bronca

En casa todo en orden, el viejo mirando la teve, el Nano en casa de un amigo, ¿y yo? masticando la bronca de no poder salir ni a la esquina.
Es que estoy esperando a Pepe, que ha quedado en venir…no puedo zafarme, dice que quiere hablar conmigo de hermano a hermana, de cosas serias, ¿qué será? me pregunto.
En esta familia nadie tiene cosas serias, tenemos cosas comunes, vulgares, tontas, re tontas, alegrías y amarguras, pero no serias.
Si…lo más serio es el dinero, eso es serio, llegar a fin de mes sin perder la cordura en el intento de sobrevivir.
Me olvidaba, cierto, también la salud es re importante, que por estos lados no sobra.
Siento toc, toc, en la puerta, es Pepe ha subido.
Con Pepe nos sentamos como siempre, nos miramos y no hablamos nada, solo nos miramos y suspiramos.
Si ya sé a esto lo he comentado antes, pero es como recurrente en esta familia.
Esta vez, no solo suspira y me mira, sino que también está más complicado que nunca, se ha tomado unos tintos de más y habla como si tuviera un osito de peluche en la boca.
Siempre pasa lo mismo, y la pobre de la Carmencita tiene que escuchar la misma cantinela de siempre, ¡el tema de la ex mujer! yo no lo entiendo a Pepe, tenía un matrimonio glorioso, meta joda, pero ¿que le pasó? se entreveró con una veinteañera, esas tipo de calendario de Gomería y le dijo chau a su matrimonio y al cabo de un año estaba solo sin la chica del calendario y con mas deudas que la Argentina, y lamentando haber perdido su mujer, la que fue su novia de la adolescencia, su casa y hasta a su perro “Corchito.”
Y si…yo le dije a Pepe, hermano cuando el sexo se calienta la cabeza no piensa.
Ahora escuchen esto ha pasado: la ex mujer al mes que Pepe se fuera, ya tenía a un novio instalado en su casa. ¡SI! En esa casa que él había pagado ladrillo por ladrillo y para rematarla, un tiempito antes de rajarse de la casa conyugal, le pagó la cirugía de la cara y creo que la de las tetas, completita quedó esta mujercita en esa linda casa.
Todavía no encuentra explicación de porqué decidió irse, ahora se siente como después de una borrachera, le ha quedado la resaca de una buena noche cada vez que recuerda la historia de su vida amorosa, se quiere volver a la casa, y yo tengo que hacerle de psicóloga, ¡siempre cuenta lo mismo!
¡Este Pepe! Moraleja: ¡cuidado con perder la chancleta por una aventura amorosa, que no siempre dura!